A veces el lugar más seguro para estar es bajo el agua.

Morgan no quiso hacer nada malo ese día. En realidad, ella quería hacer algo bueno. Pero su acto bondadoso jugó su papel en una tragedia mortal. Para seguir adelante, Morgan debe aprender a perdonar, primero a alguien que hizo algo que podría ser imperdonable y también a ella misma. Pero ella no consigue hacerlo. Ni siquiera puede ir más allá de la puerta del apartamento que comparte con su madre y su hermanito. Morgan se siente como si estuviera bajo el agua, incapaz de salir a la superficie. Incapaz de ver a sus amigos. Incapaz de ir a la escuela… Cuando parece que ya no puede contener la respiración por más tiempo, un adolescente aparece en el apartamento de al lado.  

Este libro llegó por sorpresa, no sabía nada sobre él así que me dejé llevar primeramente por su portada porque #Superficial, bastó leer unas cuantas páginas para no soltarlo.

Morgan, es una chica que ha pasado por un suceso traumático al realizar algo creyendo que era una buena acción y terminó siendo un gran error para ella, este hecho la ha marcado tanto que desde ese día no sale de su casa para nada, le da miedo el exterior, el solo poner un pie fuera de la puerta de su hogar le da terror y la invaden los ataques de pánico. Por lo mismo se ha alejado de sus amigos, de sus clases de natación y estudia de manera online. Solo interactúa con su madre, su hermanito pequeño Ben, y su psicóloga, de ahí en más no se relaciona con nadie, ellos han sido quienes la mantienen de pie y evitan que se sumerja en la oscuridad.
Sin embargo, parece ser que Evan, un chico que se mudó al departamento de al lado puede ser la clave para ayudarla a salir de esa prisión donde ella misma se puso.

Resultó que no me estaba muriendo por fuera. Solo me estaba muriendo por dentro, donde nadie podía verlo.

Bajo el agua es una novela que se lee muy rápido ya que la narrativa de Marisa Reichardt es fluida y muy sencilla, tan solo cuenta son 272 páginas que te mantienen enganchado en querer descubrir el misterio de esta trama, ya que Morgan no nos suelta la información de golpe sino que nos comparte los acontecimientos de poco en poco mezclando sucesos del pasado y el presente que nos ayuda a comprender que es lo que la ha llevado a estar en esa fea situación.

No tiene sentido vivir pensando en la muerte. Hay una diferencia entre estar preparado y estar asustado. No deberías dejar de vivir tu vida solo porque tienes miedo.

La autora ha tocado un tema muy delicado y la manera en que lo aborda ha sido perfecta, desde como lo afronta la protagonista mostrándonos así las subidas y bajadas en su proceso de recuperación.
Desconozco si la historia sucedió en verdad ya que es demasiado realista, se encuentra bien ambientada y los personajes están muy bien construidos, piensan y se expresan acorde a su edad lo que nos permite empatizar con ellos.

Será un chico viviendo en el mundo. Yo seré una chica mirando detrás de la cortina.

No puedo contarles más ya que podría desvelar algún dato importante solo les puedo decir que contiene una dosis justa de drama, crítica social y romance con bastantes giros inesperados. Es una novela profunda y cruda pero también bonita y llena de esperanza que trata traumas, superación y redención con un mensaje sobre aprender a perdonar, a perdonarse uno mismo.

Me encantan los libros que te hacen pensar y reflexionar y este es uno de ellos.

CALIFICACIÓN:

*Gracias a la Editorial Océano por el ejemplar*