Estar solo no es divertido.

Mario es el amigo imaginario que todos quisiéramos tener: es ingenioso, amable y muy divertido. A Mario le gusta mucho tener amigos, pero se entristece cuando sus amigos dejan de necesitarlo…




Son pocos los libros infantiles que leo actualmente. De hecho, este fue un obsequio de la editorial, y para ser sincera no sabía de su existencia, pero tenía una portada bellisima, además parecía una buena opción para hacer una lectura ligera.

La historia aborda un tema que vemos cotidianamente en los pequeños, especialmente en aquellos niños introvertidos que les cuesta hacer amiguitos, estoy hablando del “amigo imaginario” al cual recurren para pasar horas de diversión y tener confianza en si mismos.
En este caso Mario es ese amigo imaginario que siempre está presente en la vida del niño que lo necesite, pero lamentablemente su misión suele terminar muy pronto cuando el pequeño comienza a socializar y hacer lazos de amistad más reales, es ahí cuando Mario comienza a desvanecer y regresa a su nube en espera de otro pequeñin,
La historia también toca el tema de la soledad por lo que podemos ver a Mario anhelando que llegue ese niño que no lo olvide nunca, que siempre lo necesite y con quien pueda ser feliz.

Los dolores de cabeza son una lata. Que te pique una abeja es horrible. Pero hay algo peor a que una abeja te pique en la cabeza durante un día lluvioso y eso es la soledad.

El libro está narrado de una manera muy sencilla y simpática, todo esto en conjunto con unas ilustraciones súper chulas con muchos detalles que atrapan por completo la atención en cada una de sus páginas.

Esta es una lectura dirigida a los menores pero que de igual manera un adulto puede disfrutar.
Nos enseña que la amistad aun siendo imaginaria es real.

*Agradezco a Océano por el ejemplar*